Promueve la producción de exudados radiculares los cuales favorecen el proceso de mineralización de elementos nutrientes permitiéndole a las raíces de las plantas captarlos del suelo.
Promueven el establecimiento y colonización de microorganismos benéficos del suelo que evitan el acercamiento de patógenos radiculares.
Estos microorganismos benéficos producen a su vez sustancias orgánicas que facilitan la captación de nutrientes.